sábado, 26 de mayo de 2007

LA VIDA QUE HOY TENEMOS


¿Cómo se da la vida en el planeta Tierra?

Sus manifestaciones son diversas. Y se desenvuelven en un hacer de ocupaciones de infinita variedad. El mundo vegetal y animal –incluido en este último el del hombre- son sus grandes escenarios. Y dentro de cada uno de estos mundos la vida entre el asombro y la fantasía se va arquitecturando. Y sus formas, como brotando de las manos mágicas de un ingeniero, se esparcen por todo el ámbito terrestre. Y cada quién ocupado en lo suyo, sin invasiones –en general- indebidas entre si. Una ocupación global pero diversa que expresa, explica y justifica sus existencias y vidas variadas. Es el fundamento de la belleza, y a la vez, su propia materialización. ¡Que magno esfuerzo el de la naturaleza! ¡Que gigante y hermoso el tiempo invertido en esta construcción! Y todo a partir de una estructura simple: la síntesis del asombro.


sábado, 19 de mayo de 2007

HABLA LA TIERRA


La Tierra también tiene su "lenguaje" con el que manifiesta la dinámica de su naturaleza. Y su estudio y comprensión le permitirá al hombre conocerla mejor. Y con este conocimiento podrá establecer con ella relaciones armónicas de mutuo beneficio. Invitamos a conocer dos "frases" de ese lenguaje. Hacer "Clic" en "Terremoto" y/o en ¿cómo se produce un huracán?, y conocerás ambos fenómenos
Terremotos: guía animada
11 10 05 | A fondo
03 11 05 | A fondo¿Cómo se produce un huracán

viernes, 18 de mayo de 2007

LA CIENCIA DE UN MEJOR VIVIR


En el campo de la actividad científica, y en general, en la creación de conocimientos, el hombre en el balance de su historia, y dentro la deuda global que tiene consigo mismo, aparece en rojo la de una Ciencia: una Ciencia sin color privado y norte de lucro material. Es decir, una Ciencia verdadera: una Ciencia para el mejor vivir del hombre. ¿Y cuál otra puede ser la finalidad del conocimiento?

Pero hoy es otra la finalidad, otra totalmente opuesta. Porque, ¿puede llamarse verdadera ciencia aquella que presta sus conocimientos para el solo afán de lucro material de minorías sociales? ¿Aquella que “enseña” el como acumular eficientemente el Capital como sostén del poder de estas minorías contra las mayorías sociales? ¿Y es ciencia verdadera aquella que crea una industria de guerra para la matanza entre los hombres? ¿Puede llamarse Ciencia la que “enseña” como destruir al planeta Tierra y a sus propios habitantes? Y esta es la Ciencia que actualmente tiene el hombre, la Ciencia que define, modela y justifica su tiempo de vida de hoy. Un tiempo de hambruna, de terrorismo, de inmensos conglomerados humanos en pobreza, de “ciencia del átomo y de la molécula” para modernizar cada vez más la tecnología “científica” de la guerra que liquide en un solo “golpe” nuclear a poblaciones enteras, de mortandad de niños por desnutrición, infecciones, y carencia de agua potable. Un tiempo donde el mismo hombre asiste a la destrucción de si mismo y de su propio habitat. Y esta es la Ciencia que hoy se tiene. De allí el fundamento de nuestra afirmación.

EL NIÑO ES EL PADRE DEL HOMBRE


El niño es el padre del hombre”. Esta afirmación expresa la significación profunda que tiene el niño para el hombre. Y agregamos: el niño es su verdadera y única semilla. Y estamos pensando en el niño como un humano que porta la más abierta alegría y los más hermosos, nobles y fantásticos sentimientos: la exacta definición de la condición humana que constituye al hombre humano verdadero. Realmente el niño es el “proyecto” biosocial vital de la naturaleza que desarrollado en armonía con el mundo natural debe llegar a crear la humanidad plena que aspiramos. Y el niño así conceptualizado nada tiene que ver con el hombre de este tiempo que conforma al mundo actual. Más bien, este mundo es su negación absoluta.

Para evidenciar tal negación mostramos una simple estadística: 1) “Mas de 10.000 recién nacidos mueren cada día en los países del tercer mundo, pero más de 70% de estos bebés podrían sobrevivir utilizando técnicas médicas sencillas y pocos costosas” (2) “Casi un 40% de los 10 millones de niños menores de cinco años que mueren anualmente perecen en el primer mes de vida. La cifra supera al total de pacientes que mueren de sida cada año”, y “los expertos han dicho que se trata de una estadística ‘intolerable’ para el siglo XXI” (3) Y según estudios científicas, “casi tres millones de estos bebés podrían salvarse aplicando técnicas tan sencillas como las vacunas contra el tétano, la lactancia materna y los antibióticos” (4) Y el “costo de tales técnicas salvavidas es asequible: menos de un dólar anual per cápita si se les aplica al 90% de las madres y los bebés (Centro de Salud Internacional Neonatal de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos)

jueves, 17 de mayo de 2007

ESTA HISTORIA NO ES LA MIA


Mi amigo y yo, esperábamos el metro-bus, cuando unos cornetazos llamaron nuestra atención. En la otra acera, en la esquina del semáforo dañado, se desarrollaba una particular escena: un viejito, ayudado por su bastón, intentaba, sin éxito, cruzar la avenida. Pero el apuro de los conductores se lo impedía. Por fin, un bombero, que por allí pasaba lo ayudó a pasar. Unas gracias y una bendición se le oyó decir… Y siguió camino, con pasos lentos y torpes, por el peso del tiempo, y bien abajo lo vimos desaparecer en el cruce de una esquina.

Y fugaz, como foto instántanea, en mi mente brota otra imagen, común de todos los días: un viejito -quizás el mismo que cruzó en la esquina- sentado en un banco de una plaza pública, donde, por hábito, o para calmar el hambre, o pasar el tiempo, pasa revista a su vida.

Pensé… él también, en una época fue hijo, niño jugando con otros niños, y seguramente, más tarde se hizo padre, y más adelante, abuelo. Sus hijos le darían nietos, y su descendencia, quien sabe, hasta donde llegaría. Todo un tiempo, esperanzas y promesas, contenidos en su menuda y vacilante figura… Y el trasporte aún no llegaba. Silencio fue nuestro diálogo, íntimo. Y a los pocos minutos, después, oía la voz del amigo

Dime una cosa hombre…¿Qué es lo que más lamentas en la historia de tu vida?

¿Qué…qué cosas dices?
Un momento… ¿Yo tengo historia?
¿La historia de este tiempo es la mía?
Y sin querer, dirigí mi mirada hacia donde había desaparecido el abuelo.

¡Si hombre, si tienes historia! ¡Esta historia es la tuya! ¡Que duda cabe!
Pero, si quieres, dejemos ese asunto de la historia para otro momento.
Pero contéstame… ¿Qué es lo que más lamentas? ¿Cuál es el suceso más triste de tu vida?

Está bien, amigo… Dejemos eso de la historia para otra ocasión. Es mejor… Pero ten presente que no puedo dejar algo que no es mío. Pero constestaré a tu pregunta…
Déjame pensar…creo que lo que más lamento, el hecho más triste de mi vida es…
un momento hombre, no me presiones, déjame pensar bien…Mira, yo lamento haber nacido en este tiempo.

¿Cómo? ¿cómo es eso? ¡explícate mejor!

¡Sí, lo que te digo…eso es lo más triste de mi vida! ¡Pertenecer a este tiempo es lo peor que me haya sucedido! ¡Estoy seguro de eso!

¿Y no has tenido alegría? ¿Eres un hombre triste? ¿No has llorado?

¿Cómo? ¿Qué no tengo alegría? ¿Qué soy triste? ¿Qué no he llorado?...¡pues claro que he llorado! Bueno… déjame decirte que…¡Un momento hombre, espera! Creo que me apresuré en darte esa respuesta. Tengo que pensar un poco más…-Y sola, furtivamente, la imagen del abuelo con su paso torpe volvió a mi mente. Y recompuse mi respuesta…
¡Eso no es cierto! No, no es cierto eso, ahora que lo pienso mejor, esa no es la verdad…

-¿Pero, qué es lo que no es cierto?

Mira, si yo no hubiera nacido en este tiempo, no estuviera aquí, hablando contigo, ni en ninguna otra parte. Sencillamente no existiría. Y eso, si es lo peor que me hubiera pasado…Entonces, existir, vivir, vivir, aún en este tiempo, es lo mejor que me ha sucedido. Es el hecho más alegre de mi vida. La verdad que vivir, pese a este tiempo, y contra este tiempo, es un oficio sabroso, feliz. Es lo mejor que pudo sucederme.

-¿Sabroso?, pero…

Si, sabroso, como gustar el alimento más suculento de la vida… Decididamente, ¡celebro haber nacido en este tiempo! Y mis hijas son la mejor prueba. Los hijos de mis hijas también. Y ver, conocer los tuyos, y los de los otros, es una reafirmación de ese fantástico hecho.Y también lo son los hijos de aquél hombre que viene a vender sus lámparas, y lo serán los hijos de sus hijos.

Indudablemente, estar en este mundo, precisamente en el justo tiempo, en el límite, cuando este tiempo, con su carga de dolor e injusticia, anuncia morir. Haber nacido en la proximidad del fin de este maltrecho tiempo es algo vital para celebrarlo. Decididamente, es el momento, el hecho más feliz de mi vida.

-¿Y qué es lo que te lo hace feliz? ¿Extraordinario?

El hecho grandioso de participar, de ser un testigo en el “entierro” de este tiempo,
el asombro inédito de ayudar en el advenimiento de otro tiempo diferente que lo ha de sustituir. Y en ese momento… ¡por fin, llegar a ser hombre verdadero! Dejar de ser un prehombre, un “cuasihombre”, como dijo el filósofo Juan David García Bacca:
¡ser, ente y ser, en una unidad indisoluble! ¡llegar a ser centro, al fin, del Universo!
vivir como ser concreto, individuo, y a la vez, universo.

-¿Y con quién cuentas para esa tarea gigante?

¡Conmigo mismo, y con mis hijos!
con los hijos de mis hijos,
y con los hijos de los hijos de mis hijos.
Y también, con aquél hombre hermano
que va a relevar al que acaba de llegar,
y con sus hijos, y con los hijos de sus hijos,
y con los hijos de los hijos de sus hijos
que seguirán en la carrera de relevo,
y con este hermano, siempre conmigo,
con sus hijos que también son mis hijos,
y los hijos de sus…

¡Ya! ¡párate ahí!, ya te entiendo hombre.
Sí, te creo… Es verdad, no eres un hombre triste. ¡Eres un hombre alegre! ¡has llorado!
Y seguramente ese llanto que has tenido es la mejor manifestación de tu existir, la manifestación de la esperanza siempre sostenida, la convicción íntima de que algún día vendrá el amanecer esperado. Porque, sencillamente, el llanto es el estremecimiento íntimo por la vida, de verdad, la vida que nace para vivir.

¡Ah!, ¿ya te diste cuenta que la historia de este tiempo no es la mía? …

¡Espera, hombre…no te vayas a enfadar!...
Ya te oí… Si, está bien, en otro momento lo discutiremos…

De acuerdo…
Pero, sépalo, de una vez,
que a pesar de este terrible tiempo soy un hombre que vivo con alegría.Y que en mi mismo, muy adentro de mí ser, en mi pequeña escala de vida donde me toca actuar,
vivo ensayando los atributos del nuevo hombre.

Finalmente tomamos el transporte, y desde lo hondo, un suspiro se me escapó. Y el silencio volvió a ser nuestro diálogo.

Por instinto, volví a mirar la esquina, por donde el abuelo, hace rato ya, siguió su camino.Y más adelante, quizás, buscando descanso, fue a sentarse en un banco de la plaza pública a mirar la vida pasar.Y mi mente revivió su imagen insegura con su tiempo a cuesta, como si su vida fuera un gran sacrificio. Porque él también fue un niño, y jugó con otros niños. Y fueron muchos sus sueños, sus esperanzas. ¿Y qué se les hicieron? ¿dónde quedaron sus días alegres ? ¿dónde andarán sus hijos? ¿y los hijos de sus hijos…y los hijos de estos hijos?


Y la pregunta, sola llegó… ¿cuánto tiempo aún más faltará para llegar? Seguramente, muchos hijos…, hijos de hijos. Los hijos serán la exacta medida para llegar, mucha carrera de relevo habrá de suceder. Y, ciertamente, esta es la vía más segura para llegar.


jaced

martes, 1 de mayo de 2007

Somos...


Estamos de vuelta. Ante éramos la web.elpajaroamarillo.com. Ahora somos http://elpajaroamarillo.blogspot.com. Somos el mismo: el mismo pajaroamarillo. Y ahora volaremos con temática un poco más especializada. Los artículos que publicaremos irán dando su tónica. Algunos, cuando era Web, seguirán apareciendo. Otros nuevos, ahora como Blog, iremos publicando. Pero siempre, antes y ahora, con el mismo propósito: un canto a la vida.