Carúpano
duerme y despierta a orilla del Mar Caribe
hijo dulce del gigante Atlántico. Allí un día nací
y aprendí que en línea recta se va a otros mares.
Otro día mis hijas en brazadas de viento allí se van a vivir
y en un amanecer mi padre primero luego mi madre
en bajel de vela blanca hienden el inmenso azul
Ahora mi sueño antiguo es un gran navegante
y no ha llegado el alba cuando ya eleva anclas
y como pescador se lanza a la mar
inmensidad azul me abraza.
Mi primogénita hija escribió “pies de plumas” en su blogs http://mariaacevedo.wordpress.com/Y empieza diciendo que ella sin lentes no puede ver porque están en cualquier parte de la casa menos en sus ojos. Pero leyendo su pieza se me ocurre algo un “tanto cruel” o algo “egoísta”, y digo: pero bueno hija eso no tiene ninguna importancia siempre que mires con el corazón, siempre que sea tu alma la que mire…y obviamente, yo sería uno de los beneficiados. Y pruebo lo que digo: en su escrito, “pies de plumas”, ella me baña en un encantador bálsamo con un ritmo de palabras e imágenes que me suena a música de astros que giran para dar testimonio de su existencia. Y la mía con ella. Y este cantar de astros me hace sentir como si anduviera sobre esferas de luces. Y me es tan grata esta sensación que no quiero salir de esta embriaguez. Pero creo que debo darle otra respuesta. Pero qué decir a ese torrente de aguas frescas, entintado con vuelos de pinceladas surrealistas?