La vida del hombre en este tiempo de penumbra
se parece a la vida de ciertas
arañitas del trópico
que viven resistiendo vendavales tras
vendavales
tejiendo y retejiendo su telaraña hábitat
de su vida
pero mientras la arañita aprende a
mejorar su tela
después de soportar y pasar cada
temporal
para autosostener su propósito de
vivir su vida
el hombre sin parar teje y reteje su
tela de violencia
autososteniendo la antivida de este
tiempo