

Hace 79 años, un 06 de febrero de 1928, José Pío Tamayo, recitó este poema en el Teatro Municipal de Caracas, en ocasión de los actos de la Semana del Estudiante y la coronación de la reina Beatriz I.
No había, sin embargo, nada festivo en su voz ni en sus palabras. Tenía conciencia plena del momento que se vivía y de la necesidad de que una conciencia colectiva, una visión porvenirista, le permitiera a los jóvenes, a los estudiantes ir a buscar a su novia perdida: ¡la libertad! La petición a su majestad es muy intensa: decidle a vuestros súbditos –tan jóvenes que aún no pueden conocerla- que salgan a buscarla / que la miren en vos. Este es el grito de libertad de Pío que le acarrea la condena a muerte.