martes, 30 de enero de 2024

Anhelo vivir

 

En tiempos del homo sápiens la vida humana con
la verdad en su corazón comienza su caminar en
amor en alegría habitando la naturaleza su hogar
donde la poesía y la música son sus lenguajes pero
insurge la propiedad con su reino violencia con el
que edifica sus monstruos ciudades acabando con
la naciente vida pero el anhelo vivir sigue abriendo
caminos rendijas utopías a la vida para vivirla
aún cuando lo hagamos por instantes de luz
 
El niño siempre entregando la vida/Pinturest


jaced, de Venezuela

  

Y tras esas utopías  en lunas
arribamos a este siglo XXI
marcado con el hierro de sus
viejas y crueles paradojas  gritando
espectros que crean falsas ilusiones
¡feliz navidad!
¡próspero año nuevo!
¿pero por qué  nunca trae lo
que dice que va a traer?
 
Y sobre esa realidad  que ya tiene edad de siglos
más de sufrir que de vivir  se anuncia ¡la navidad!
vistiendo el mismo ropón  de siempre encendiendo
otra vez ojos y corazones que luego se apagan al oír
las repetidas promesas con envejecidas ilusiones que
hasta dios debe sentirse aburrido oyendo el mismo
cuento sin ser nunca cierto lo que anuncia
 
Y en verdad ¿cuál cómo es esa navidad
que nunca trae lo que dice que va traer
para salir de esta agobiante existencia?
Sólo es la misma raposa historia que
reafirma esta vieja realidad  de hambre
de padeceres que conducen a la muerte
  
Pero ¿una navidad que solo venda las
heridas dejándolas aún más dolorosas?
¿sobrevivir como siempre se ha vivido?
y esos ojos y corazones de niños mirando
oyendo a esa tradición festiva  bajo coros
de borrachos le replican ¡si habrá navidad
cuando vivamos en una sociedad humana
que celebra el nacimiento del vivir la vida!

Y esos borrachos están en navidad/Pinturest

Y bajo esas noches de estrellas
hablándonos con su titilar de luces
y lunas desencadenando sus mareas
pleamar  y bajamar  sentimos el ¡vivir!
pero el lucifer de la violencia lo apaga
sumiéndolo en largas noches mudas
donde las risas  apenas son chispas
tratando dar luz a la dura oscuridad
 dejando tan solo un halo melancólico
exhalando los mismos viejos cánticos
¡y a ésto le llaman navidad…!
 
Y sabemos porque lo dice el amor
que los niños niñas nacen para ¡vivir!
pero sus alegrías como llamas de velas
lentamente van apagándose porque ellos
en lugar de ser siempre los amaneceres
son hechos penumbras  detrás de la luz
y sus ojos expectantes con la misma
hambre milenaria siguen esperando
y hasta hoy esa es la navidad…
 
Pero ¿Cuál navidad?/Pinturest
 
Y en ese desierto interior  del
hombre  insiste la misma voz
¡noche buena! ¡feliz navidad!
¡ha nacido el niño dios!  pero son
las mismas noches de hambre de
muertes para millones de niños de
hombres y mujeres y otros tantos
de migrantes bajo altísimos cielos
andando hacia destinos inciertos
pero ¿ese Dios autollamado creador
omnipotente justo a quién les sirve?
¿por qué  las desgracias siempre caen
sobre esa gran masa de desposeídos?

Y en esas noches cuántas madres
pariendo hijos nonatos desnutridos en
llantos desnudos de pañales bajo ese
titilar de estrellas  que parecen clamar
por una verdadera humana navidad
…y se dice que desde la creación
de este mundo Dios pasa el
tiempo jugando a los dados
¿hasta hoy quiénes ganan?
 
Abuelo !tengo hambre...!/Pinturest

Ricos y pobres  conviviendo
bajo el mismo grito ¡feliz navidad
próspero año nuevo!  pero sabemos lo
cruel del reparto de la tal prosperidad
hambre miseria e injusticias  para las
mayorías  y riquezas  para la minoría
los amos de la sociedad  mientras que
el amor sólo le queda mirar  con los
ojos de ese niño de siglos pidiendo
reflexión anhelando que se llegue
a transformar esta dura realidad
 
Y cuándo ser ese ser que debo ser
El pensador/August Rodin

¡Oh fortuna! ¡Oh madre!  que sabia
perseveras en el parir de tus niños para
que siempre estén vivas las esperanzas
llantosalegrías  en regocijos  inundando
al Universo y al planeta Tierra y en cada
uno de sus rincones metamorfosis  para
gestar luces de pensamientos que abran
los caminos de hacernos humanos
 
Y desde esos cielos del anhelo
óyese el Oratorio  que hace sonar
 solemnes tañidos de campanas que
anuncian ese soñado tiempo donde
en verdad llegará la navidad humana
que yo tú él ellos ¡nosotros crearemos!
con nuestras propias fuerzas y pensar
como ese gran solsticio que en verdad
celebra ¡el nacimiento de la vida!
 
 


 

 

Anidamos en las alas de la alegría y
en las que naufragan en la tristeza

ediciones jaced