lunes, 21 de octubre de 2019

Código de otoño

El otoño como un
dulce candil receptáculo de sol
manando su tenue luminosidad
tornasolándola en tejidos de
arcoíris abraza en amor la Tierra
para acunar cálidamente su vida

Y en esa cuna bajo melancolía la
vida añeja sus esencias gestando
mudanzas en su cuerpo y alma
para hacerse aún más madura
en luces en cantos y alegrías
¡otoño un adagio en la vida que
prueba que nacimos para vivir!

Foto/Mery Sananes
In memoriam
A la madre… dime por qué
ahora pares tantos niños nonatos
si siempre nos llega la primavera
Y dime bello pájaro
con ese mirar de niño
¿qué estás mirando que
yo todavía no miro?
¿acaso lo que tú eres… y
quieres que yo lo sea?
yo también anhelo serlo
aunque sé que aún estoy
lejos de ser lo que eres!

Y con sólo sentir el haz
cálido del sol sientes vivir
y todo tu cuerpo se hace un
órgano entonando compases
soy pájaro… pájaro soy!
dos versos del poema que
siempre le cantas a la vida

Pero de improviso sientes
crepúsculos en melancolías
tornasolando tu plenitud…
el otoño  como sonata de piano
contando las hojas que llueven
abraza tu plumaje tu canto y a
ese árbol donde sueles anidar
entregando al viento tus cantos
que llaman a los amaneceres
…y también llamas al
mañana del hombre?


Y el otoño deshojando al árbol
 va pintando la piel de sus hojas de
encendidos amarillos naranjas sepias
que van cayendo bajo la lluvia otoñal y
como lánguidos llantos de luces en delta
desembocan en el vientre de la Tierra
procreándose en sucesivos embriones
que se empollarán en sucesivas vidas
para tomar el lugar de las anteriores

Y entre los cambios que se fraguan
en las plumas cantos y en las aguas
en las sangres color y en las hojas
las noches de  estrellas llueven
luces en códigos de vidas que
empreñan el nacimiento  con
claves de lo que habrá de ser

Y entre pliegos de la Tierra o
sobre los de nuestra piel se
desglosan las escrituras
leídas por esa luz de estrella
buscándonos un destino cierto
 pero parpadea en ese verso
de lo que habrá de ser!

Y se estremece el código
entre los pliegues de la piel
desnudada al beso del viento que
activa la clave en la cadena ADN
…y rehágase el enlace del gen
y otra vez vuelva nacer el niño!


Pero por qué  repetirse
tanto nacimiento… acaso hoy
la vida está naciendo sin vida?
y queda la vida inconclusa  pero
ella persiste en trascender a las
rupturas que no cesan de irrumpir
para fijar su hábitat en el infinito
mientras va naciendo el poema
leyendo en pasión sus versos
que develan ese destino cierto
…y óyese vagar una sinfonía!

Pero cuándo advendrá
una vida que no espere tanto
y cada nacimiento de sus hijos
lleguen a cumplir su misión vivir
igual a la del pájaro que mira en
sus ojos a su propio universo!


Y pájaro es eso…!  
esa lejanía existente
entre tú  y nosotros que
con tanta melancolías mira
ante el pasar de los otoños
entonces resuelto y risueño
entre las pausas de tu mirar
libera la sinfonía de tu canto
soy pájaro… pájaro soy!
para señalarnos el camino
Y ese canto gira con la Tierra
esparcido por el viento solar
y en un siguiente giro otoñal
adviene el canto del hombre
que es el propio otoño

Y pájaro…al fin!
soy como tú pero no
este hombre sino aquél
todavía dentro de ti que
nació para hacerse humano
ahora en iguales amaneceres
canta el poema soy!

Anidamos en las alas de la alegría…
aún en aquella pluma refugiada en la tristeza
Ediciones jaced




Fotos de pájaros/Mery Sananes



  



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