domingo, 18 de noviembre de 2018

Necesario explicar...

Las lamparitas de tierra
no sólo alumbran aquellos
que les truncan la vida y a
los vivosmuertos que andan
sino también a los hombres
que no cesan de luchar
para no ser ni muertos
ni menos vivosmuertos


¡Calidad de vida…! Frase de significación hueca en el lenguaje cotidiano. Tumba sin cadáver que ahora vaga como fantasmas, riéndose antes nuestras necesidades primarias. Y esto le ocurre a la Venezuela de hoy…qué no hay agua! qué se fue la luz! que  no hay gas! que no hay servicios de teléfonos ni internet!; tampoco alimentos, medicinas, asistencia médica por elemental que sea, ni seguridad, etc., etc. Simplemente “No hay”, es la brevísima pero sonante frase que más se oye en este expaís de la escasez y de la hiperinflación –una de las más grandes del mundo-, ahora, de masivas migraciones a países vecinos. Y es una situación antesala  de muertes de venezolanos –en particular, viejos y niños- que a diario ocurren. Y como su “guinda” fatídica, vemos a niños en estado de desnutrición y gentes comiendo en basureros.

Crudas realidades que ya son nuestra común cotidianidad, y que de tanto tocar a las “ventanas” de nuestros sentidos, pretenden hacerse “normalidad” para asegurarnos que “eso” es lo que se llama – y no otra cosa- calidad de vida. Y sistemáticamente nos la presenta la propaganda ideopolítica oficial, con su pretensión de obligarnos al “vivir socialista” de una Venezuela en “revolución” permanente.

Y ahora nos venden una Venezuela moderna del ahorro nacional en “lingotico de oro” de 1,5 y 2,5 grs. “certificados”, y en “moneda cripto petro” -respaldada en barriles de petróleo y lingotes de oro, según el decir oficial- que sustituye al histórico bolívar, ya extinguido. Una oferta que contrasta cruelmente con el hambre, enfermedades, escasez y pobreza generalizada, etc., que llevan a la muerte, aunque la “voz” gubernamental “asegura” que es para “satisfacer” las carencias que sufre el país a causa de una tal “guerra económica”. Pero pese a todos sus discursos y propaganda para convencer, aún no ha podido cuajar tal paraíso monetario.  En verdad, es la vieja “filosofíapolítica” del arte de repetir tantas veces la mentira para convertirla en verdad –que fue famosa y cruenta en el nazismo alemán, español e italiano-, ahora puesta en vigencia en esta “Venezuela del socialismo” y de la “revolución en amor”. Una realidad que deteriora cada vez más la vida.

Y en particular, la ausencia –ya normal- de los servicios de teléfono e Internet, agrava la incomunicación, ampliando el abanico de la violación de los derechos humanos. Y hoy la sufre -como tantos hogares de esta singular Venezuela- Ediciones jaced, obligándola a tener paralizada la publicación de sus páginas blogs:

Entonces, sus cantos, luz y croar deben “vivir” meses mudos. Y, aunque temporalmente quedamos “fuera de servicios”, seguimos en nuestro terco empeño de continuar la labor editorial de Ediciones jaced. Y, persistimos en el combate por la vida…!