Y tiene que venir un tiempo de vida
donde el hombre construya
sus biografías que vayan
tallando los tiempos
pasado y presente
en un sólo tiempo
un único el futuro
el tiempo en que deben
vivir los hombres
Jacinto
Convit
sencillamente
médico
investigador
científico
pero
ante todo hombre
humano
simplemente
el
hombre del hombre
a
los 100 años decide levar ancla
desde
la Tierra hacia el Universo
una
biografía que se hace a la mar cósmica
tallando
a una humanidad para hacerla sana
Y de este mundo
de esta Venezuela
de su historia hecha
de violencia
sabemos que hombres
que viven
de los cultos
de los muertos
de los asesinatos
del engaño
del Poder que extorsiona
hombres iguales al bacilo de Hansen que él
combatió para curar al
hombre de la lepra
vendrán con sus fanfarrias
adulantes
y bajo sus disfraces
apológicos
a usurpar su nombre su
memoria su obra
para explotarlos y
sacarles provecho
no lo permitamos
denunciémosle y
opongámosle nuestras
conciencias
Y
ahora nosotros
en
cualquier espacio que estemos
en
este mundo
en
esta Venezuela
defendamos
su nombre
su
memoria
su
conciencia de hombre y médico
amante
de la humanidad que padece
prolonguemos
su
paciente labor y enseñanzas
en
el control científico de las enfermedades
y
nosotros hijos de hijos de hijos
preservémosle
amémosle
prolonguémosle
en
la acción que tendremos que ejercer para
sanar
la carne y el alma en una nueva humanidad
Jacinto
el hombre del “habla
plural”
que desde niño lo
hizo su propio lenguaje
“yo
soy uno en un equipo. Y ese equipo ha
sido
en mi vida uno de mis mayores logros”
el defensor de los
derechos humanos
en particular los
del propio enfermo de lepra
“¡suelten
a ese hombre que no ha cometido ningún
delito
…quítenle
las cadenas porque ese es un ser humano!”
le gritó al policía
que conduce encadenado al leproso
simplemente por ser
un enfermo de lepra
y al cura regañaba “ellos también son de la feligresía”
y hará de la
libertad su mejor medicina de curación
Y
a diferencia del “sacerdote”
como
lo señala la Biblia (Levítico 13, 1-2)
quien “mirará
la llaga en la piel del cuerpo…
llaga de lepra es…y
le declarará inmundo”
él
les cura no solo la enfermedad sino también
les
“alivió el cuerpo y el corazón”
Jacinto el hombre
del hombre
para los hijos de
estos hijos de hijos de hijos
que hagan suyo su
sensibilidad social y científica
“el
investigador tiene que estar sensible al susurro
de la
comunidad cuando esta comunidad pide
porque
tiene un problema grave”
Junto
a Jacinto para quién “…el tiempo ha sido
corto”
con “su espíritu de niño ese que le permite volar”
construyamos
el mundo con el que soñaba
y
por el que luchó durante sus 100 años de vida
un
mundo de cuerpos y almas sin llagas
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