sábado, 5 de noviembre de 2016

Señores…dejen vivir


¿Y por qué el niño siempre irrumpe
con ese primer llanto de tono tan intenso?
porque su apacible vida interior creada en el vientre de la madre al
encontrar extraña la vida exterior lanza su primer grito-protesta pero
al presentir en su regazo un nido de amor lo trueca en llanto-alegría
como ese primer sol en su levante sus brazos buscan abrazar a la
esfera Tierra y al sentirla llena de brotes verdes y de aguas lanza
sus rayos de júbilo desde su convexividad hasta su concavidad
¡nacimiento! ¡el nacimiento! erupción del volcán de la vida
que jubilosa despierta porque sabe que ella vivirá en el niño


¡Señores…escuchen el estallido del primer llanto!
grito-alegría que toca la puerta del tiempoespacio
con sus primerizas esperanzas primogénitas
ya la vida reclamando su derecho pleno a vivir
en ese regazo del inmenso silencio universal

¡Señores… dejen entrar a este primer grito!
callando sus persistentes ruidos metálicos
que en el tiempo rompen la quietud de los paisajes
eco perturbando la vida de sus aguas y de  sus tierras
escalofriantes chasquidos que vienen de sus huesos
de los tenues rasgados de tanto romper la carne
golpes en la tierra abriendo y cerrando sepulturas
girones de gritos de la libertad forcejeando liberarse
y esa insistencia del largo quejido de tantas muertes
¡oh señores cuándo ha de cesar la ruptura de la vida!
¿por qué hacer de la vida la institución de la muerte?

¡Señores… dejen vivir!
acallen sus radios televisores prensa sus
escuelas academias de atrasadas lecciones
cesen ese persistente desfile de cultos que
sólo quiere obstruir vivir en la luz del  futuro
desmonten los púlpitos de sus viejos verbos
que solo trituran los tiempos pasados para
vestírnoslo como vidas del tiempo presente
señores… acallen estos parlantes de la muerte
incesantes tejiendo la madeja de la alienación
que guardan en sus sacrosantas instituciones
desde donde por los siglos de los siglos amén
planean asaltos para atajar el vivir de la vida
















¡Señores…señores…!
callen sus voces
liberen la palabra para que cuente
lo que ve oye siente que testifique
la muerte marchando en procesión
pero también cómo la vida insurge
en cualquier esbozo de risa de niño

Señores…¡respeten al silencio!
el silencio en que hablan aquellas ondas
del cosmos que siguen flotando después
de aquella explosión estelar cuna del Ser
con las que compuso su canción de cuna
silencio puro enhebrado en puras sinfonías
igual a la de esos pájaros o de esas chicharras
la de esas cayenas ¡las azucenas de mi madre!
las de esas hojas que incesantes caen en otoño
sólo para volver en resurrección en la primavera
silencio del bosque siempre hablando con el viento
ese silencio que antecede al primer llanto del niño
para luego irrumpir enérgico proclamando la vida
haciéndose estallar en miríadas alegrías del amor



Por qué insiste tanto la política de la mentira
por qué no cesa la bala rompiendo la carne
por qué las epidemias no cesan sus invasiones
por qué tanta manipulación engaños y trampas
y las drogas en su empeño de corromper el alma
por qué no dejan a la vida que viva su vida y
su alma cumplir su ciclo y llegar a su silencio
pero señores dígannos ustedes ¿qué tanto les
ha hecho la vida para merecer tantísimo odio?

Ya la lágrima la han hecho llanto angustiante
ya la sangre se hace oscura de tanto anegar y
esos intempestivos relámpagos ya caen sin luz
y su alambre rayo ya no quiere tocar la tierra
tanto tanto que ya el niño solo siente espanto
pero, señores ¿para qué creen que nació la vida?
¿sólo para el lucro? ¿para la obsesión de posesión?

Y el hombre afanado en hacerse realmente humano
buscando siempre la libertad auténtica vivir en medio
de la  justicia, de la belleza, de la verdad y en amor
sus lágrimas unas tras otras han de derretir la bala
y hacerlas llanto torrente constructor de alegrías
la sangre volver a su rojo puro para crear la vida
el rayo luz estallar para unir cielo con la tierra
siempre la alegría naciendo en el llanto del niño
y ese hombre recobrar su origen primogénito y
con la sabia paciencia buscar el hilo de la madeja
para desenrollar el viejo ovillo y terminar el tejido
como esta gota destilándose hasta llenar el aljibe
  

Y hombre ser consecuente con el sentido y dirección
de la vida con la que naces y haz lo que tienes que
hacer en concordancia con el hacer de la naturaleza
necesario ponerse a construir su puesto cósmico
en el lugar cósmico que el Universo le entregó
y al fin, vivir como el ser humano que es y será
¡serse! en el tiempo-espacio de la existencia
como ese concierto de flautín de Vivaldi que
lo colma exaltando la vida hombre-naturaleza


No hay comentarios:

Publicar un comentario