Cuando nace
el primer hijo (a)
aparte de la alegría
¿no sentimos como un algo
indefinible que nos modifica y
que aún no sabemos qué es?
Y
contamos
cierto
relato fantasía
del
nacer de un niño
![]() |
El amor filial/Pietri Paúl Rubens |
El mar como durmiéndose
bajo sus continuos
cánticos
entre sus pliegues
de aguas azules
pincelándose en
crepúsculo rasgado
en largos trazos de
pálidos violetas
Y sobre
su encendido horizonte
lento
se siluetea una bella mujer
como dejando fluir de su pecho
ondas de albas llamando auroras
sobre
rieles de luces que parecen
nacer
en sus senos nidos de amor
y de
la fulgida gracia de su niño
envuelto
en estelas de arcoíris
¡Nacimiento! mujer ¡dio
a luz!
nace el niño nace la madre y
estalla aquel primer
llanto alegría
que se incuba en las
entrañas como
una esencia de la
condición humana
un momento para
enmendar o para
iniciar un nuevo
vivir en la vida
Y toda
la naturaleza vibra
sus ondas fluyen hacia el cosmos
como diciéndole: ha
nacido un ser
estremeciéndose porque siente
ecos que
son prolongaciones del
palpitar
de los senos de la madre
¡El nacimiento! acontecer
que todo lo conmueve y une!
asomando el tiempo del amor
con el anhelo de fundar su reino
Y este
tiempo en parto
inevitable
viene con presagios
pero
previniendo cobija al niño
y bajo
nubosidades advierte
¡mujer hombre si en verdad
van a ser madre y padre
no le vayan a pegar!
En el cielo abre el
arcoíris
y entre sus gamas
azul y violeta
queda inscrita la advertencia
Y ante
el poniente de este tiempo
el
arcoíris aviva su espectro violeta
¡mujer! ¡hombre! no le peguen
¡madre! ¡padre! no me peguen!
y de
las rupturas del tiempo amor
adviene
el tiempo de la violencia
pero ¿quién causa la ruptura?
Y hubo una piedra ancestral…
de los primeros
amores del hombre
que bajo tanto sol
de mediodía
enrojece su cara
porque no
quiere ser altar de sacrificios
pero en sus grietas
queda la herida
como un hondo temor
de aquel niño
viendo en alto el
brazo ejecutor
amenazante de su
progenitor
Y hubo
una piedra filtro paciente
destilando
su melancólica gota
llenando
el tinajón que sacia la sed
pero la
erosión gravita su cauce
y la
gota en tristeza llega a cesar
y
ahora el hombre vaga sediento
¿quién rompe el tiempo de la vida?
Dos piedras originarias fundadoras
testigos del nacer
del hombre y
de su crecer en el
tiempo de la vida
pero ¿hacia dónde su historia?
Dos momentos en un solo momento
el amor que venía cantando
lo obligan
a la ira y tomar
otro derrotero incierto
un camino que
todavía transitamos
Y bajo la concavidad del Universo
agolpándose
en nubosidades se
acallan
sus truenos en ecos silentes y
en su
borde queda ¡el silencio abismado!
preñándose
la noche de presagios donde
padre
e hijo asombrados se miran
entonces
sobre el filo de ese silencio
en
cascada desciende un juramento
¡la
mujer bañada en horizontes
hecha madre jura siempre serlo
ante el hombre que solo mira!
Y entre
los rayos del sol e hilos de lluvia
el
arcoíris tremolándose en el cénit
¡mujer! ¡hombre! no le peguen
¡madre! ¡padre! no me peguen
pero ¡cómo van llegar a ser hijo o madre
o padre si se construyen entre violencias!
pero
ya la violencia avanza hacia la Tierra
y el
amor cauteloso se guarda en el silencio
Y el
niño que antes miraba con amor
ahora
el temor le surca su frente
¿acaso huella de aquel intento de
ofrenda en la piedra altar de sacrificio?
y surge
este hombre ya hecho violencia
pero
el silencio queda como almacén
de la
esperanza y hábitat de la madre
mientras
el hombre padre sólo mira
Insistente el arcoíris
en su tremolar
¿una mujer que le pega al niño puede
ser madre por el solo hecho de parirlo?
¿el hombre que sólo mira puede ser padre?
¿ese niño criándose en violencia será hijo?
Necesario
que la cantera del amor
siga
con su boca mina abierta pero
también
necesario sus escultores
para
que la sigan tallando
como
las abejas su colmena
Madre padre e hijo ¡el Ser en familia!
construyéndose bajo
la crianza que
es amor ejercido permanentemente
como lo hacen los
pájaros criando su nidada
en amor creciendo
para mantener el canto
en el bosque bajo
los cambios de estaciones
afirmando
reafirmando ¡soy pájaro!
Pero
ya la violencia ha fundado su reino
mientras
los senos del amor en su leche
gestan
la venida de otro nuevo tiempo
¿cómo se enteran? ¿cómo lo logran?
fuerzas
inocultables aún sin conocerse
hacen que
la vida busque cómo emerger
empezando
solo ¡gestar! ¡amamantar!
luego ser
solo tiempo de crecer ¡crecer!
para
luego fecundar solo para gestar
insistiendo
en tallar a la ¡mujer en madre!
¡al hombre en padre! ¡al niño en hijo!
Y la esperanza no se
acumula sino se cuaja
para emerger en las realidades
que anida
la roca deja libre
su grito llamando la vida y
la tinaja vuelve al rítmico gotear de su gota
dejando ver en sus cristales aquel arcoíris
que le muestra al niño la fuente manando
la leche de los senos nidos del amor
¡y con qué avidez
bebe la vida!