sábado, 11 de agosto de 2018

Somos plurales

¡Qué ingenio de la vida para vivir!
la hoja bebiendo en las gotas de lluvia
el colibrí chupando el néctar de la flor
el niño y la madre unidos por el amor
sumidos en un concierto de silencios
musicales que dulcemente se tejen y
que solo escucha el alma y corazón
¡simplemente es la vida!

  
Y cae un sol fresco de mediodía
salpicando rayitos de alegrías cuando
contemplo aquella crisálida pendiendo del
dorso de una hoja al viento estremeciéndose
dejando fluir una tenue luminosidad como
si estuviera apurando a la mariposa a volar
y paciente me pongo a esperar su vuelo
y veo a la misma vida que se estremece
en las honduras de sus entrañas en
sus esencias mismas conmoviéndose
para gestar de sus profundidades la
necesidad nacimiento!
¡Quién pudiera palparla oír sus voces
captar las señales de sus rumbos
saber hacia cuáles horizontes!
¡quién sabe a lo mejor pudiéramos
evitar extravíos pérdidas de tiempo
ir a la par de la marcha de la vida!
¡Nacimiento de vidas!
lo vivo multiplicándose
la diversidad de la vida
en abanico desplegándose
acaso ¿magia o milagro?
¡oh  increíble metamorfosis!
creando sus necesidades como
la de ¡vivir la vida! que abre
las puertas de otras tantas
¡la vida misma procreando vidas!
Y vida en verdad para vivirla
nunca  negarla manipularla
violentarla jamás asesinarla
y vivirla no individual
existencia aislada sino
bella existencia plural
porque ¡somos plurales!
Y de este somos
siento como mana
el amor y la belleza
la verdad y la justicia
la libertad y la valentía
la bondad y la humildad
esencias para componer a
su cuerpo corazón y alma y
cada esencia también plural


Esencias que nos definen!
y con ellas crecer! crecer!
fructicándonos  en diversidad
mutuamente compartiéndose
¡la solidaridad!
¡existencia en relación recíproca!
porque somos seres vivos plurales
¡asomo de la humanidad existiendo
en sociedad de hombres hermanos!

Y es carga existencial
por naturaleza mía
también tuya y de ellos
¡nuestro y vuestro!
Condición plural intrínseca
definitoria de todo ser vivo
desde la simple simiente hoja
pájaro oruga mariposa peces
hasta ser hombre a humano
plurales! siempre plurales! 
Y el hombre
empujado a esta totalidad
desde lo ínfimo por la inteligencia
¡la inteligencia haciendo el hombre!
persistente laborando hasta humano
tallándolo en el tiempo para alcanzar
la felicidad! el bien para todos
¡el pan de todos!
aunque todavía sin alcanzar
Pero vida humana abriendo sus brazos
para alcanzar más allá de sus manos
el trabajo creador de los hombres
sintetizándose en existencia plural
y su pleno ejercicio creando el vivir
de la vida que nace para ser vivida
que sólo se nace para estar en ella
preservándola con el amor


La esencia amor!
el pegamento universal
que nos hace un solo Ser
con una sola manera de amar
pero íntimamente múltiple plural
que abarca todo lo vivo existente
cada quien en su escala particular
individual dentro de lo universal
lo universal dentro lo individual
¡unidad dialéctica en alma dialéctica
actuando bajo necesidad irrompible!

Pero en verdad ¿así existimos?
¿éste es el mundo que habitamos?
¿un mundo apto para labrar la felicidad?
en verdad ¿vivimos la vida en plural
conduciéndonos a seres humanos?

Y ¿cómo podemos existir cómo vivir
entre la red de engaños y trampas
en el seno de convivencia de odios
bajo una “política” que sólo crea
una violencia permanente una
“filosofía” de cultos mágicos y
una ignorancia “ilustrada” que
construyen este mundo negador
del derecho elemental a la vida?
a pesar de consagrarla en leyes
en proclamas en “constituciones”
en “los derechos del hombre”… 
Y así ¿cómo vivir cómo existir en
esta jaula población mundial de
casi ocho mil millones de “cosas”
que se autollaman personas
totalmente vacías de esencias
agolpadas en “conteiner”
autollamadas ciudades?

un viejito cuenta un viejísimo cuento
“hubo un niño que lloraba pidiendo libertad
porque estaba preso en una oscura cueva y
lo oyó el sol el arcoíris la lluvia y las luciérnagas
que siempre por allí iban repartiendo sus favores
y lloró tanto el niño que su llanto hizo un río que
con la lluvia se hizo grande y tumbaron la cueva
¡el niño al fin pudo conquistar su libertad!
y el sol y el arcoíris le hicieron su casita
y de día se la llenaron de luces y colores
y de noche las luciérnagas la alumbraron”
ahora el niño juega libre viviendo alegrías

Así el hombre puede lograrlo cuando
reconquiste sus esencias y condición plural
y ¡volverá vivir su vida en trabajo creador
bajo crescendo de luces de alegrías!

Ediciones JACED




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