Y no se nace
no se debe nacer
sólo para quedarnos
en lo que se nace
Nacimiento!
pero sólo
para seguir naciendo
ser! y seguir siendo
Ser
ascendiendo en
más Ser…
Y abrazando al
niño le cuenta…
allá lejano sobre
el intranquilo mar
se siente venir aquella
tormenta
que lleva ya largo
tiempo gestándose
mostrándose por el
horizonte bajo luces
intermitentes como
un lejano incendio
sol en ocaso con
locura abrazando al mar
entre vorágines de
nubes encendidas
¡crepúsculos erupcionando crepúsculos!
púrpuras desgajándose
entre sus gamas
¡qué locuras de fuerzas arremolinándose
en ovillo como quien
va arrasarlo todo!
¡hijo nunca dejes de ver el horizonte!
Pero mi niño…!
esa no es la misma tormenta que
llega solo para
arrasar y destruir
dejando escombros
como tapiz
que cubre el
rostro de la Tierra
llenándola toda de
calamidades
como hasta ahora ha
ocurrido
sino aquella que viene a extinguir
tinieblas que se tejen
en sombras
dejar limpio el rostro
abriendo
surcos para la
nueva siembra
¡como lo hace el mar cada vez
que sus olas bañan la playa!
Y es la tormenta que mueve
todas las capas
externas y
a las de las
profundidades
para que afloren
las corrientes
que llevan y traen
sabias de vidas
a todo el cuerpo y
alma del Ser
del hombre que ya ha decidido
trascender más
allá de este hombre
-el abuelo se
golpea su pecho-
¡no continuar con los haceres que
por siglos ha venido haciendo!
Y por fin…! dar cumplimiento
al antiguo código del real Ser
no odiar ni robar
no asesinar ni codiciar
no injuriar ni mentir
no esclavizar nunca depredar
¡sólo hacer
historia humana!
![]() |
El Cristo abrazando la cruz/El Greco |
Y hombre de una vez por todas…!
“amar al prójimo como a tí mismo”
-vuelve el abuelo golpearse el pecho-
y con este amor fundar
la sociedad
del hombre hermano del hombre
y por fin…! en él aflorar florecer
sólo el amor y la
belleza
sólo la verdad y
la libertad
sólo
la justicia y la solidaridad
sólo la valentía y
la humildad
¡hombre en verdad humano!
Entonces hijo!
llegará el momento
de cantar
como cantó aquel
viejo poeta
yo me canto
yo me amo
yo me celebro
en todo aquello que
nace existe y habita
en el universo
Y ya las entrañas
del hombre
nunca jamás! han de continuar
revolcándose sobre
sí mismas
porque por fin…! el niño que
parió la madre perenne y andaba
espantado en el alma
del hombre
ahora aflora como
ser libre y alegre
y se construye humano que es para
lo que
verdaderamente nació
Y en canción sopla
fuerte el viento
peinando las copas
de los bosques
como los dedos de
la mano del viejo
enredándose en la
cabellera del niño
Pero abuelo, ¿en
verdad
esta tormenta podrá traer
el anhelado tiempo porvenir?
hijo! yo recuerdo cuando niño que
decíamos… ¡en el cielo el arcoíris
en arco va al mar o al río para
beber
aguas…y salíamos corriendo
hasta la playa…y
sobre el mar Caribe
veíamos al
arcoíris…verdaderamente
creíamos que
estaba bebiendo agua
Pero
hijo... es verdad! ya se siente
el cálido brisar
de sus vientos y
el susurro del mar
encrespado
golpeando fuerte
sus costas
sus aves volando
en algarabía y
el viento ululando
dentro del bosque
hijo! orienta tus oídos tus ojos tu alma
hacia ese horizonte luminoso que viene!
y viejo y niño en
una sola mirada
mano sobre mano
corazones unidos
aherrojados largo
miran al mar…
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