jueves, 5 de enero de 2012

Año 2012: otra encrucijada en la espera

Y como tantos otros
miro por la ventana
anhelo que llegue
y sé que cerca aún merodea la espera
y en punzada la melancolía aguijonea
pero no dejo de mirar con ansia
y al fin allá lejos se perfila la imagen
pero la espera retorna a su puesto
y la tristeza vuelve a ser la de siempre
porque otra vez habrá que seguir esperando
y la sombra vuelve a su mirador desde el puente



Crepúsculo/Carlos Serra
                                     







Enero del 2012. El humo y olor de la pólvora explotada en el festejo ya se disipan, y el rostro de los hombres otra vez a lucir las mismas arrugas y el mismo sudor de la premura para retomar el mismo trabajo que de antaño vienen realizando. Y otra vez parados en el mismo tiempo del ayer, y  cuyo vivir vuelve a repetir la tonada: todavía  no se vive el tiempo de un mejor vivir. Aún no es un verdadero amanecer. Para probar lo que decimos: basta leer las noticias de las agencias mundiales. Por ejemplo: Irán, con su razón nuclear amenaza cerrar el estrecho de Ormuz, Golfo Pérsico, por donde pasan 35% del petróleo que consume el mundo. EEUU, con la otra razón de sus portaaviones responde: no lo permitiremos. Y los precios en escala suben, etc., etc. Y ya sabemos cómo y por qué la vida actual depende de este producto. Y señores, ¿nosotros –la mayor parte del mundo- qué hacemos, en cuál cementerio ponemos nuestras velas? Lo de siempre, alinearse en uno u otro lado! Simple: vivir esta historia ajena. Y también ya conocemos las consecuencias, que siempre estamos viviendo.

                                                Y llevamos siglos alumbrando la senda de la muerte

Entonces, el hombre sigue  preso en la misma historia que solo amasa un pan magro que es vendido como mercancía pan dorado porque dicen que es para saciar el hambre de todos. Y para convencerlo  todo un aparataje educación-publicidad que abarrota su mente. ¿Y qué habría que hacer? Te dicen: volver amasar el mismo pan para el mismo pan de jamón, premio del esfuerzo de cada fin de año. Y en general, la misma fábrica del producto mercancía para satisfacer las meras mudanzas de esta vida que en pregón siempre asegura que va a cambiar. La misma sucesión de políticas, unas bajo ofertas “pacíficas”, otras en guerras abiertas, y ambas para preservar la misma vida de ayer.

¿2012? Y hasta cuando enumerar años bajo la insaciable mentira mientras que los niños continúan en perpetuo nacer, y unos tras otros durante el crecimiento se van extinguiendo como si cayeran en un agujero negro  en el espacio, y al final del proceso de consunción, tenemos el mismo mundo. Y en fragmentos de su historia, queda una triste evidencia: sólo hemos aprendido a esperar, como si la acción existiera por sí sola, flotando en un estado de inercia, y por arte de magia, pudiera aflorar y construir. Entonces, esperar la magia o los milagros.

                                                                             Y el reloj de sol todavía continúa midiendo la espera

¿Y hombre no te cansa este andar en noria? Y es una lucha en la que el hombre debe apurar la decisión. Porque no es cierto que el tiempo vida de un hombre es infinito y que el amor es solo una dimensión de eternidad para alcanzar una etérea felicidad. Y porque cierto es que el hombre debe nacer  para solo vivir para que en cada morir entregue el vivir a otros que también han nacido para vivir. Y así construir la cadena de la vida en alegría perenne para que la vida sobre la tierra siempre sea una plantación florecida:
una flor
una oruga
un pájaro
un niño
una madre
y atrás siempre la simiente para la resurrección del ciclo.

                                                            
                                                                    
La madre con sus niños/Ramillete de flores/Picasso












Y porque también es cierto que el universo en expansión no puede aguardar por la infinita espera del hombre, porque aún el mismo sol sostén de la Tierra sabe que tiene ciclo finito. Y todo ha de acoplarse como totalidad. Entonces hombre ¿en verdad has amanecido en el año 2012, diferente a tantos años anteriores? ¿O solo eslabón 2012 para otra síntesis de una biografía de llanto y dolor? Y la alegría espantada siempre en exilio peregrinar.

Año 2012 ¿y qué hacer? Y el coro, ahora, en contradicción: continuar el mismo tejido que nos va llevando a la extinción o  como Penélope en la Odisea -obra del poeta griego Homero-, que teje y desteje un sudario mientras espera a Ulises, tejer y destejer la madeja de la vida esperando que en la espera ya antigua del hombre, se termine de descodificar los misterios y antimisterios: muros cárceles ancestrales del hombre apenas cuarteados. O tomar en sus manos la vida de este tiempo y ovillarla en ovillos y entregarlos a la inmensidad del mar. Pero retener solo la punta del último ovillo, y con él volver otra vez al primer camino  que ese mismo mar con alegría una vez le hizo entrega para crear  la vida sobre la Tierra. Y dejar libre la dialéctica para que en multiplicación de ecuaciones vaya  desvaneciendo la espera hasta  hacerla desaparecer.

Igual que el reloj de sol la madeja también mide el tiempo de espera

Y advenga el trabajo
sólo trabajo creador
y alcanzar la esperanza antes que termine de envejecer
descolgar la sombra ya cansada de tanto esperar sobre el puente
y vestirla de un día reluciente de sol y luna
y al fin erigir un hombre metafísico
y a la vez concreto en el vivir
trascendente de toda realidad
donde en cada horizonte alcance una vida a escala de sol cada vez mayor

¿2012, año nuevo? Pero porque no ser una  encrucijada crucial de la vida, y el hombre decidir su alta navegación sobre la elíptica de la Tierra: de día frente al radiante sol hacia su ciclo estelar. De noche en los pleamares y bajamares de la luna. Y todo, sólo para una vida exclusiva para construir vivíres: arriba, los de los astros en el universo en expansión. Abajo, sobre la tierra, los vivíres de los hombres en floresta, sociedad de hermanos para construir la real felicidad. Y para siempre una nueva biblia sobre la tumba de los dioses que rece en alfabeto universal:

En siete días sin domingo de descanso
el átomo vistiendo ciclos de moléculas
creó la vida sobre las aguas la tierra y el  aire
e hizo separación de ellas
y de esa vida nace el hombre
sólo para vivirla
y su verbo en sentencia inscribe:
¡la vida que bien goce esta vida!
y ahora el sol junto a la Tierra
en navegación sobre carta astral
en paz si podrán llegar a sus ciclos.

                                                                  Los cometas/Oroberto Forero

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