jueves, 13 de marzo de 2014

Y tanta civilización ¿pero cuándo vivir la vida?












"Si yo ordenara -decía frecuentemente-,
si yo ordenara a un general
que se transformara en ave marina
y el general no me obedeciese,
la culpa no sería del general, sino mía".
“El principito”, de
Antoine de Saint Exupéry

 Y nosotros decimos
si ese general no tiene la culpa
muchísimo menos el ave marina
¿de quién? enteramente
si es nuestra la culpa
¿Y cuándo hacer la nueva historia
para zanjar la culpa?
En verdad la empezamos hacer
cuando la mujer se hace madre
cuando nace un niño
y también la empezamos
cuando hacemos la pregunta
pero si esta historia no se hace
no es culpa de la madre
no es culpa del niño
tampoco de la pregunta
pero si es nuestra la culpa
enteramente nuestra
porque no se trata sólo de empezar
sino de empezar para construirla
y construirla para vivir la vida
que en verdad queremos vivir
así quedará zanjada la culpa


  










 
En el Universo, los astros no son los únicos que están en movimiento en torno a sí mismos, y unos a otros. También, pueblos, países, diríamos la generalidad del mundo  –en síntesis, el hombre-. Pero en el Universo, es un movimiento –en general-uniforme y permanente que ocurre por la necesidad de crear, garantizar y recrear todo lo existente, en particular la vida. Y en ésta, un solo propósito: que sus seres vivan una vida auténtica para que en armonía alcancen su finalidad de vivir hasta el fin de sus días, cada quien dentro de su particular ciclo, y concluido éste, recomenzarla en recreación creciente y permanente. Y ésta es su esencia, la más hermosa particularidad de la existencia. Y por ello la vida nace sólo para ser vivida, y vivirla para perpetuarla en crescendo. Pero, el hombre, como ser vivo, “decide” violar esta esencia. Tomar la violencia para el hacer de su vida. Y en el tiempo,  llega adquirir otra esencia –artificial- que hoy manifiesta en su particularidad cotidiana. Entonces, en la del Universo, la vida auténtica. En la del hombre, la antivida: la vida moderna o civilización. Una ruptura violenta.

Y en este tipo de vida –con su historia- que se da como en movimiento circular para repetirse –la misma “vida”, la misma historia- opera una especie de competencia entre sus componentes –pueblos, países, etc.- para ver quien “brilla” más, quien se deshumaniza más, quién construye la antivida más auténtica. Y ocurre en cualquier país del planeta. En China, EEUU, Japón, Inglaterra, India, países de la Unión Europea, Israel, Australia, Noruega, Rusia, Brasil, México, Argentina, los “grandes” que brillan con “luz de imperio”. Y también los “pequeños” del mundo, con alta “luminosidad”: toda Latinoamérica, encabezada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Chile, Nicaragua, Ecuador, Colombia, Centroamérica, etc. Todo Suroeste y sureste de Asia, con sus “gigantes llamas” en Medio Oriente –Irán, Siria, Israel, Palestina, Irak, Arabia Saudita, Yemen, Afganistán, Jordania, Líbano, Paquistán, etc.-, en Corea del Norte, Vietnam, Birmania, Laos, Camboya, Filipinas, Tailandia, etc. Toda África, pero con “incendios altos” en Egipto, Libia, Túnez, Nigeria, Angola, Centroáfrica, Argelia, Kenia, Etiopía, Somalia, étc. En la “civilizada” Europa, también  con “candelas” en Grecia, Serbia, Croacia, Bosnia, etc., y en su límite Éste con la “gran” Rusia, “brillan” Georgia, Armenia, Bielorrusia, Ucrania, etc. Estos “pequeños” en geo-economías, pero persistentes en sus guerras-conflictos, son las “estrellas” en los medios de comunicación social. Y por si solos, con luz propia –porque ya no necesitan la de los imperios- estremecen, como  ola expansiva, a todo el mundo con su violencia sistémica.

Y “grandes” y “pequeños” hacen una “constelación” que expone su esencia violenta, que le definen sus modos de vidas. Y es tal la dimensión de esta esencia, que ellos explican y justifican la existencia de la Organización de la Naciones Unidas. En sí, la ONU es un gran paradoja ¿Existe para la paz o para los conflictos? Ella, en la teoría-práctica, es un producto de las guerras, de los conflictos. Nació para evitarlos, pero hoy éstos existen en diversas escalas para cubrir todo el planeta: la violencia se hizo planetaria, “universal” como para cubrir toda la dimensión sociopolítica de este hombre. ¿Existiría ONU si no existieran países como Siria, Libia, Israel, Palestina, Rusia, Grecia, China, EEUU, Cuba, Venezuela, Ucrania etc.? Tan es así, que bien hoy podríamos rebautizar a este mundo, y llamarlo, “Etc., etc.”, porque tal es la identidad alcanzada.


Y hoy -en este momento- en esa “constelación” hay quienes se distinguen, aún más, por una particular “luminosidad”, como el caso de dos pequeños países que se hermanan en violencia: Venezuela y Ucrania. Basta verlos en cualquier video que ilustra sus antividas, y con ellos, por reflejo, a sus padrinos imperialistas.



En http://elpajaroamarillo.blogspot.com/ este video lo publicamos en el título “La violencia un virus que se anida”, como  testimonio en el avance de esta historia. Y ahora, en este febrero del 2014, en Venezuela, también tiene su manifestación.



Pero en Venezuela la expresión de su crisis -en el campo de internacional- toma con “pasión” el camino de hacerse “satélite” de un “pequeño” como Cuba, pero también de “grandes”, como China y Rusia. Y entabla alianzas disímiles con Brasil, Argentina e Irán, abrumadoramente desfavorable para su intercambio comercial, y todo bajo la motivación “anticomunista” de sustituir a los EEUU en su relación de dependencia: cambia una dependencia por varias dependencias. Mientras Ucrania parece forcejear –en ese mismo cruel mundo de la dependencia- para no seguir siéndolo tanto de Rusia, y “explorar” las “pretensiones” de la Unión Europea. Y  con esta estrategia tratar de mitigar su crisis interna. Y también en otro campo se diferencia, donde Venezuela alcanza distinción mundial –primeros puestos- en diversos indicadores, tales como: la inflación, continuas devaluaciones, obsolescencia del aparato productivo, baja productividad, escasez de alimentos básicos, carestía de la vida, déficit de vivienda, desempleo, debilidad crónica en infraestructuras viales, restricción de las libertades, reducción drástica de la producción interna, y la inseguridad –en particular, la delictiva- que la hace “vivir” como un país con guerra interna.

Además, su vida cada vez más marcada por un desbordado culto al mesianismo, y la práctica de la santería, que ahora es mixta: criolla con cubana, que la hace atractiva, y la eleva en contenido de brujería, hasta el punto que su Presidente actual, auto bautizado “hijo legítimo” del “Comandante Supremo”, ya mira a su “padre”, fallecido “inmortal”, en apariciones de “pajarito” en tejado, de su rostro “impreso” en  talud o barranco, y de una casi “presencia” que no la “ve pero la siente”. Y otros también hablan de apariciones,  “sueños”, presagios, encomendaciones, milagros, “favores recibidos”, etc-. Todo un sincretismo religioso primitivo extendido en el país, aunque algo “modernizado”, porque ya hay contactos, reuniones, relación orgánica entre las cofradías. Incluso en el Palacio de Miraflores, hay altares –según testimonio, entre otros, del cura José de Jesús Palmar- donde le rezan y le prenden velas al “Comandante Supremo”. Cuba, que es ancestral en esta práctica –los babalaos, etc.-, y aun siendo protector-consejero-imperial de Venezuela, todavía con su mentor ideopolítico, Fidel Castro, “padre” del “Supremo”, no ha llegado –creemos- a esta dimensión “metafísica”.

Y expresión de este mesianismo son el conjunto de imágenes de este “supremo” –en diversidad supera a Cuba y a Libia del difunto Gadafi- en escuelas, universidades, calles de pueblos y ciudades, plazas públicas, avenidas, autopistas, instituciones gubernamentales, unidas a cantos y slogans “revolucionarios”, a folclores, discursos-mítines constantes, espectáculos, ventas-ferias, y a su permanente difusión en prensa, radio y tv que cubre todo el país. Toda una galería icónica audiovisual e impresa que mantiene al “pueblo” politizado en “estado de fiebre” y en la calle, junto al hacer gubernamental de su “gobierno de calle”. Y a partir de la muerte del “Supremo” se eleva su religiosidad-culto, tendiendo a convertirse en una casi Religión de Estado. ¿igual a Irán? En verdad, ésta casi religión de Estado, es la sustancia de la “ideología” bolivariana socialista que por todas partes se le ve forcejeando para tratar de “madurar”, convencer, e imponerse a toda la vida social del país.


Y ésta “cuasi ideología” que se venía tejiendo en vida de el “Supremo”, con su muerte sus mentores tratan de terminar de redefinirla- Y ahora va operar a través de una especie de Iglesia-santuario a nivel nacional e internacional: el “mausoleo de la montaña” en la parroquia del “23 de Enero”, donde reposan  los restos del “Comandante Supremo”, y un anexo, la Capilla del “Santo Hugo Chávez”. Y ésta casi religión de Estado es santificada por todas las religiones del país: una fracción de la católica, la protestante, judía, islámica, santerías diversas. Y también por voces del alto gobierno y de los militares, junto a una alianza “patriótica” de partidos políticos. Así adquiere carácter de Institución religiosa. Y ella no es ajena a cierto “respeto” de algunos sectores de la oposición.

Y alcanza “cuerpo y alma” el Mito, hoy sintetizado con el grito existencial-devoción “Chávez vive” ¿y este grito, no es una manifestación del vacío ideopolítico que vive el país? Y con vehemencia lo corea su pueblo creyente y el Poder político-militar. Y a nivel de una publicidad audiovisual e impresa moderna,  se trabaja arduamente para “sembrar” este grito “Chávez vive” en el imaginario popular, hasta el punto que ya se notan en el pueblo –en especial los sectores populares clasificados como D y E-, y en políticos y militares del Poder, “signos” de credibilidad de que “realmente” el “Comandante Supremo”, en realidad “vive” ¿solamente el D y E? Así es el nivel “religioso” alcanzado. Y creemos que esto reafirma la tesis de la conversión hacia una Religión de Estado. En términos humanos e históricos, ¿cómo, realmente, una Nación que así “vive” puede desarrollarse y crecer en calidad de vida? ¿y dónde andará la “Ciencia” de esta Nación?

Interior del Mausoleo de la montaña con su guardia permanente
Entonces, hoy tenemos en Venezuela, en su capital Caracas, en la Parroquia 23 de Enero, arriba en la montaña, este “santuario-iglesia” y su anexo la Capilla, que es el reino del “Supremo”. Y abajo, en la Parroquia El Libertador, el otro héroe histórico, el “Libertador” –junto a otros- en el Panteón Nacional. Y hay ensayos, tentativas, esfuerzos para “integrar” a este héroe al reino del “Supremo”. Un solo reino o iglesia patriótica, aunque aún queda en ambigüedad la “estructura” jerárquica – ¿igualados? ¿superioridad de quién a quién?, y sembrar esta fusión en el imaginario popular y en el Poder -con mucho énfasis en los militares-, como base-sostén ideológico del régimen. Y así avanza ésta casi Religión de Estado, que hoy es la más activa del país, por su constante, diaria, persistente práctica política partidista y publicitaria. Una “ideología” con centro en estos dos “Mitos-Héroes”, pero expresada con fuerza en el culto al “supremo”. Y todo ello para expresión-sostén de la Entidad mítica sociopolítica-económica-militar: el Socialismo Bolivariano del siglo XXI que se “construye” en el país, como un totalitarismo que tiende abarcar toda su vida social, cultural, político, militar, educacional, salud y comunicacional. Y todo aquél que discrepe con esta “consagrada” Entidad y sus instituciones queda excomulgado. Y ya son varios los que han sido condenados penalmente por “traición a la patria”.

Capilla del "Santo"
Y es tal el totalitarismo para copar todo el “cuerpo” político-social del país, que hasta las “fiestas nacionales” de sentido religioso y patrio –Semana Santa, fiestas patronales de pueblos, fiestas “patrias” de “independencia-revolución”, ferias-ventas, Navidad, el carnaval-, ya casi son un mecanismo institucional para difundir y sembrar esta particular “Ideología” socialista con su Religión-culto, en contra de lo que consagra la Constitución Nacional vigente. Y esta particularidad fue bastante notoria en la reciente fiesta de carnaval que acaba de finalizar: desde las carrozas del gobierno se llamaba a “gozar” el carnaval bajo la predica de las bondades de este socialismo, y difundiendo una particular idea: ellos “nos querían quitar el carnaval”.

Y ¿cuáles clases-sectores apoyan este totalitarismo? Dos grandes que son las reales bases-sostén, y que mayoritariamente consumen este producto ideopolítico. Primero, las fuerzas militares, policiales, grupos-colectivos paramilitares. Y los grupos económicos –la nueva “burguesía” recién formada- Segundo, los gruesos sectores populares –mayoritariamente los D y E-. Un total social heterogéneo que son los “creyentes” del régimen. Y cabe destacar que en esa nueva “burguesía”, existen los que se encubren entre los creyentes, para hacer sus grandes negocios, acumular grandes fortunas y privilegios. Y un tercer sector, los excomulgados, los excluidos: la tradicional burguesía, el abanico de los llamados opositores, con algunos estamentos que “incursionan” en la “mesa” de los “grandes” para acuerdos políticos y negociados. Y el sector llamado “ni ni” –los abstencionista electorales- que también tienen sus estamentos que “picotean” en esa “mesa” de los grandes y del Poder para obtener contratos y empleos.

Ahora, en Venezuela, todo lo cubre la política. Y es notorio el esfuerzo para que lo económico quede en “bajo perfil”, para que sus “lacras” queden encubiertas, no se vean, no se sientan, para que el “soberano” no se entere de las fuentes-políticas oficiales que la generan, y crean que todo viene de la herencia que dejó la “República del pasado”. Incluso la propia inseguridad con sus 20.000 muertas anuales. Y hay que admitir que estas “píldoras” son consumidas, junto a las ideopolíticas-culto por efecto de una política represiva y de una publicidad que se irradia por todos los medios audiovisuales e impresos modernos: ejecutan el viejo “principio”, a saber, “una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”, de Paul Joseph Goebels, quien fue ministro de propaganda del régimen de Adolfo Hitler. Una acción de gobierno, a la vez que forjar “creencias” y mantener el apoyo-sostén, sembrar un sistemático y estructurado miedo en la sociedad venezolana para anular o neutralizar protestas.

Pero también es cierto que a este apoyo-sostén, contribuye una oposición política cortoplacista, meramente electoralista, inconsecuente con sus propias ideas-prácticas, que solo se pone “activa” cuando tiene cerca elecciones, y con muchas acciones donde se evidencia el colaboracionismo y la complicidad –por omisión y/o comisión- con la política oficial del régimen que dicen combatir. En última instancia, y en la práctica, se convierten en otro pilar de sostén del régimen.

Pero también es cierto un hecho –la literatura pretende ocultar- que concurre a esta base-sostén, y es un pueblo cada vez más inconsciente, adoctrinado, más “bebedor” de la ignorancia que por distinto medios le venden –sueldo “mínimo”, pensiones, viviendas, “educación” de carreras cortas, voto popular, miedo, salud gratuita, comida barata, bonches-ferias, discursos políticos, alabanzas, etc.-, todo una oferta de compraventa de conciencia para la “corta vida”, al “ya de hoy” ajena a todo futuro, que lo convierte en un activo aliado histórico del régimen que a diario le construye-reproduce-le vende una antivida que él toma y asimila como su propia “vida”. Es como el sepulturero que solo abre y cierra sepulturas para otros y también para el mismo. ¿Porque –en general- quién recuerda el asesinato de Franklin Brito, y sobre todo el proceso de su asesinato? Y a esta juventud que protesta por el derecho a vivir, a quien el gobierno le responde con una fuerte represión policial y militar que ya le ha causado el asesinato de unos 28 jóvenes -aunque la Fiscalía Genral informa 17 y 261 heridos- y decenas de presos desde el 12 de febrero –solo reciente- hasta el presente. ¿y también estos jóvenes asesinados se los tragará la no-memoria, las sepulturas de la antivida?.


Y preguntamos ¿cómo construir memoria que guarde lo humano en medio de esta irracional “turbulencia” que llaman “vida”? ¿cómo defender nuestro interior psíquico frente a este embrutecedor diarismo ideopolítico-social-economicismo de trácalas, negocios, engaños, politiquería electoral, mediocridad del discurso político, asesinatos, creciente inseguridad, chantajes, miedos, vacío político, a que estamos sometidos, y que empuja cada vez más a una sistemática construcción de una extendida insensibilidad personal y social? ¿En el país cuál memoria colectiva tiene existencia para guardar hechos humanos que sirvan para construir?

Y es tan cruda esta realidad que no es fácil escapar, ni siquiera tratar de buscar cierto alivio, frescura, por ejemplo, recordar –a nivel de país, ¿quién lo recuerda?- la partida -como de tantos otros- del Tío Simón, y preguntar por su “vaca mariposa” y su “caballo viejo”. Y contra esta práctica del olvido, aquí apostamos por muchas “la vaca mariposa parió un ternero, un becerrito como un bebé”, muchos “caballo viejo” que no quiere “perder la flor que le dan porque después de esta vida no hay otra oportunidad”, y que encuentra el amor que lo hace galopar libre y alegre. Y también, las muchas “tonada del cabestrero” para fundir un mejor pasado con un mejor futuro, y hacer un tiempo de porvenir donde se viva en felicidad. Y seguimos llamando a extinguir esta actual historia positivista de héroes, caudillos, mesías, libertadores y “supremos”, que solo busca engañar para alcanzar estas “honoridades”, y bajo su sombra, las élites acumular privilegios con la acción de una violencia permanente. Y en su lugar, convocamos a otra historia de humanoshombres que construyan verdadera y autentica humanidad. Y entonces, la libertad para vivir.









Sabanas de Apure

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