La lotería/Vincent Van Gogh |
La vejez
en la vida moderna
es el cierre de una
historia
que no encontró el
porvenir
y es como el viejo
buey
arando la tierra
árida
que si llega a dar frutos
la cosecha séra pobre
que si llega a dar frutos
la cosecha séra pobre
¿Y si cambiamos
el buey y la tierra
cambiamos la
historia?
René Magritte/La memoria
Y
nuevamente traemos otro testimonio –un video- más de esta historia en la que el
hombre -en particular, el hombre moderno-, ha hecho-escrito, hace-escribe, y
quien sabe por cuantos años más, seguirá haciendo-escribiendo, con las más
variadas acciones-“tintas”, donde la roja, la de la sangre, cobra mayor relieve
y espacio para dejar huellas imborrables de una destrucción que parece
indetenible, y que en el avance del tiempo la viene jalonando con la violencia,
fundiendo el pasado con el presente, para hacer un solo tiempo de vida: el
actual, que es como siempre vivir en tiempo pasado, en una historia detenida. Y
es un testimonio de igual naturaleza, acciones y finalidad al que presentamos –razonándolo
para llamar a la reflexión- bajo el título “La insensibilidad de la vida moderna”,
en http://laranaverde.blogspot.com/,
donde en líneas generales exponía un proceso de extinción de la vida –la extinción
de especies, en particular, elefantes y rinocerontes- que hoy adelanta las
élites de este hombre moderno en su vida moderna.
Creemos
oportuno traer la visión de dos concepciones que han permitido comprender el
proceso histórico-natural: 1) Charles Robert Darwin –sin jamás pensar que “sátira tan amarga escribía de los hombres”-,
demostró que la “libre concurrencia” –la
lucha por la existencia- “era el estado
normal del mundo animal”. 2) El marxismo –en pensamiento de Federico Engels,
“Introducción a la dialéctica de la naturaleza”-, afirma que “únicamente la organización consciente de la
producción social, en la que la producción y la distribución obedezcan a un
plan, puede elevar socialmente a los hombres sobre el resto del mundo animal,
del mismo modo que la producción general les elevó como especie”. En este
nuevo Orden social el conocimiento científico juega un papel determinante. Una
época histórica donde el hombre consciente –el humanohombre- alcanzará una vida
verdadera con disfrute de la felicidad humana. Pero esta concepción todavía
está lejos de alcanzar, y por el contrario, el hombre, en general, aún “vive”
en este “estado normal del mundo animal”.
Pero con una diferencia fundamental: mientras el hombre destruye su hábitat socio-natural,
y a él mismo, el animal vive en su “mundo animal” conservándolo en lo posible junto
a él mismo. Y así, hasta el presente, ha vivido con éxito. Solo la “vida” del
hombre lo ha puesto en peligro.
Rene Magritte/Doble hombre
Y aquí
le dejamos este video-testimonio que denuncia la “vida” terrible de Ucrania, país
que formó parte del dominio de la antigua URSS. Y hoy se la pelean Rusia y
Occidente –en particular, la Unión Europea-. Y si quitamos el idioma y el nombre de Ucrania, y
en su lugar ponemos el idioma español y el nombre de Venezuela, sería un
idéntico caso de denuncia de la violencia social que sin freno todo lo
destruye. Y es que cualquier parte de la vida moderna la violencia tiene la misma
esencia, usa los mismos medios y persigue los mismos fines: destrucción para obtener
usufructo privado, sin importar la dimensión de los daños que causa.
Y en
éste tiempo presente ¿se vive para construir un futuro? ¿Qué continente, región,
país escapa a esta lógica de la violencia? Solo hay diferencias en cuanto a las
particularidades de los conflictos, pero iguales en esencia, medios utilizados y
finalidades. Y a nivel de continente destacan África y Asia. Y a nivel de países
–como verdaderas antorchas incendiarias- Centro de África, Israel, Siria, Irak,
Palestina, Afganistán, Paquistán, Venezuela, Ucrania etc. Sólo enfatizo que hoy
se destacan, descuellan, están en la vanguardia de la violencia y destrucción.
Pero en general, el mundo “vive” sumido en la violencia, capitaneada por
Inglaterra, EEUU, países de la Unión Europea, Rusia, China. No hay conflictos
sobre la Tierra donde no hayan estado, y siguen estando –y seguirán-,
involucrados –como ejemplo de hoy, el caso de Siria- para promover la violencia
a su entero beneficio. Y éste es un rasgo sobresaliente de esta vida moderna.
Pero en
esta época que “vivimos” hay una diferencia que es otro rasgo destacado, y es
ya parte, de esta vida moderna. Y ello es que en muchos países, aun siendo
pequeños, como Venezuela y Ucrania, ya hoy no necesitan en forma directa “padrinos”
o “padres” –potencias mundiales o
imperialismos- de la violencia. Ya en su “vida” interna, como un virus, la
tienen anidada, poseen una dinámica propia en la promoción de la violencia para
poder existir como países, y solo para que sus élites conserven el Poder
político-militar-económico-religioso, y continuar con el disfrute de una vida
de privilegios a través de la apropiación y explotación de los recursos
naturales, sociales e industriales que llevan a cabo con este Poder. ¿y se
podrá hacer advenir esa época histórica donde el hombre viva en una
Organización social consciente que definitivamente supere ese “estado normal del mundo animal”?
Hands dove dead/ Rafael Olbinski
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