¿Y por qué
miras tanto el cielo?
¿qué ves?
¿qué esperas?
En este tiempo triste
un gajito de risa
cuarto menguante
muda de hojas otoñales
y llegar límpido a luna nueva
transitando estaciones
y un vestir de gajitos de risa
cuarto creciente
para llegar a luna nueva
como redonda risa a la Tierra
transitando sucesión de albas
para un amanecer definitivo
en la vida del hombre
que soy porvenir
eso veo
eso espero
Si un
poco antes y después del 19 de julio de 2013 hiciéramos un breve inventario de
sucesos, obviamente registraríamos, unos favorables al hombre y otros trágicos.
De los primeros -los favorables- que sepamos no ocurrieron hechos impactantes,
excepto uno que aunque de importancia –para unos 20.000- no tuvo repercusión
social relevante. De los segundos, -casi de “normalidad” en la vida moderna-,
acontecieron varios sucesos trágicos, que acrecientan y agudizan los males que
el hombre viene arrastrando en su actual historia ajena. Pero de éstos últimos solo
haremos ésta mención general, porque son de tanta cotidianidad social para el
hombre de hoy, que sería redundante enumerarlos, excepto uno –el tifón
“Yolanda” que azotó el archipiélago de las Filipinas-, que ya fue tratado por http://laranaverde.blogspot.com, el 12/11/13, y sus efectos aún se desarrollan y la
cifra de sus víctimas sigue creciendo.
El tifón "Yolanda" azotando a Filipinas ¿por qué: naturaleza u hombre? |
Y
mientras, el hombre libra su batallar por “vivir” –o sobrevivir- sus asuntos de
“gran importancia” –entrecomillado, en palabras de la obra de El Principito-, afortunadamente un pequeño
grupo de gente –y ahí estábamos- atendió una singular invitación de la NASA: el
19 de julio 2013 mirar al cielo en dirección hacia el planeta Saturno, y enviar
una sonrisa, porque en ese preciso
momento la nave espacial o sonda Cassiri lo estaba fotografiando –a él, a sus
anillos y sus lunas-, y a través de sus anillos, a nuestro diminuto planeta
Tierra con su luna, ubicado abajo y a la derecha. Y también Venus y Marte, arriba
y a la izquierda.
Y ese
día viernes la NASA lo bautizó como “el
día que la Tierra sonrió”. Un gesto “ridículo” y sin “importancia”–en humor
e ironía del Principito-, con el cual
–en opinión de éste blog- se retrata la dimensión-significación de la vida que
nació en éste diminuto planeta ante la dimensión del Universo. Y en
contrapartida, y contradictoriamente, a la acción depredadora que hacemos
contra ella. Pero, a su vez, reforzar con esta comparación escalar el hecho
cósmico de que si nació la vida en este planeta fue, es, y siempre será para
vivirla. En consecuencia, debería ser una toma de conciencia para cuidarla,
preservarla y entregarle todo el amor humano que decididamente frene y haga
desaparecer la depredación de que es objeto. Y esa es la batalla permanente por
la vida que convocamos librar.
Intentemos
graficar, describir y testimoniar lo que decimos con las propias fotos tomadas
por la Sonda Cassini, y publicadas por la NASA, y las cuales son fotografías al
mismo nivel de resolución y colorido del propio ojo humano. Entonces, mirando –y
nos imaginamos astronautas- desde la
nave en medio de la inmensidad celeste se pudo contemplar el espectáculo
cósmico donde la Tierra y su luna son los protagonistas de la vida que en el
cosmos ocupa la mayor atención del ojo humano. Y mirando desde la nave a nivel
del planeta Saturno estas dos primeras fotos:
Y más
allá, ya oculto el sol detrás de Saturno, y desde el punto de vista de la nave
Cassini, a través de los anillos se contempló a los diminutos planetas y sus
lunas, y entre ellos, nosotros –la vida de la Tierra- para significar por medio
de su pequeñez la inmensidad maravillosa de esta vida-planeta, aún por extender,
develar y desarrollar. Y al mismo tiempo, su propia magnitud diminuta expone su
grandiosidad ante la inmensidad del propio universo, al cual le manifiesta y testimonia,
su propósito de conocerlo y conquistarlo.
Y para ello, es condición indispensable y necesaria, alcanzar la vida plena, auténtica,
verdaderamente humana del hombre, para una felicidad igualmente plena,
auténtica y verdadera.
Y para “descubrirla” aún más en la escala siguiente ampliada, vemos a la Tierra como un punto luminoso, que redefine en el espacio su significación astral en el Universo frente al gigante Saturno.
La Tierra, un punto luminoso en escala comparativa con Saturno y Universo. Y ahí !vivimos! |
Y respecto
a ésta significación que tratamos de develar y exaltar traemos el texto que http://laranaverde.blogspot.com, publicó el 10/11/13 en forma de verso cuando trató el
tifón de Filipinas.
¿Qué es la vida?
La vida
La vida
es la vida en la vida
como un cuarzo perfecto
como un cuarzo perfecto
definible en si misma
como la estrella
es la estrella en el cielo
como el coral
es el coral en el mar
es el coral en el mar
como el viento
es el viento
en el universo
es el viento
en el universo
y jamás se apaga
inagotable eterna infinita
aún después de la muerte
porque la vida es para vivirla
Con
este texto queremos expresar la idea simple que la vida se define por sí misma:
ella misma es su propia definición, como ocurre con la belleza, atributo de la
vida. Por eso decimos “la vida es la vida
en la vida”, como también “la estrella
en el cielo”, “el coral en el mar”, “el viento en el universo”. En síntesis, en todas estas
frases una misma significación -que
es la vida- aunque gramaticalmente son
predicados, cuyos núcleos son los sujetos en las oraciones, como realmente debe
ser en la vida: siempre el sujeto vital, principal, activo, protagónico de la
acción.
Pero
aparte de esta explicación meramente formal, fundamentalmente es para decir,
gritar, con todo el vigor que se sea capaz, que esta vida, así definida –y que
creemos que coincide con la significada en las fotografías de Cassini-, es lo
totalmente opuesto, radicalmente distinta a lo que hoy se llama vida sobre la
Tierra, como lo que acontece en Filipinas. Y en este caso ya sabemos que pasará,
entrando al olvido por la fuerza de la resignación e impotencia, otra vez se oirá
decir “la vida de Filipinas”, la “vida de…”, como si esa vida no hubiera sido
sacudida trágicamente, y trastocada radicalmente. Y por eso afirmamos que lo
que se llama “vivir” hoy es un malvivir –cuando más, un sobrevivir- que es
firmemente irreductible contradicción con la definición que trae este texto-verso,
y por ende, con el alto contenido que nos expresa estas fotografías. En otras
palabras, y con una fuerza mayor, ésta significación viviente transcendental
que expresa la diminuta Tierra frente al Universo repele con fuerza cósmica
esto que contemporáneamente se llama vida en la Tierra. Y por ello, debe ser un
llamado para que la Ciencia y en general, el conocimiento, definitivamente sea
para un mejor vivir del hombre, y no
como hoy ocurre, un apoyo y sostén de este malvivir.
Y ahí está la Tierra, una ligera y pálida mota, abajo y a la derecha del planeta Saturno con sus lunas. Arriba, Venus y Marte |
Pero
contra este tipo de vida, ésta condición “diminuta” lo que hace es retratar,
mostrar, visualizar el prodigio-asombro de su creación por las fuerzas cósmicas
del Universo. Y a su vez, resalta el grandioso hecho de que las leyes del
universo la privilegiaron con un fenómeno hermoso, extraordinario, asombroso, único: la
vida ¿Entonces, cómo explicar, entender la conducta de depredación de que es
objeto? Y éste privilegio –hasta hoy solo conocido en el planeta Tierra-, con
estos atributos de hermoso, asombro, único y extraordinario, nos dice que la
vida surge sólo para ser preservada, fructificada, enriquecida, desarrollada en
medio de un crescendo de belleza espléndida, para que el hombre, junto a los otros seres
vivos que la habitan, la vivan, sin discriminación ni manifestación de
depredación, de violencia, única manera de alcanzar el disfrute de una
felicidad permanente y verdadera. Y acompañada de una permanente esperanza como
un manantial que nunca agotará su caudal, su ofrenda de retos, hitos nuevos que
alcanzar, para que así la vida crezca hacia el infinito, y sea en el futuro otra
estrella luminosa en el Universo.
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